El almacenamiento de injertos es una tarea fundamental para viveros, agricultores y productores forestales que trabajan con especies frutales, forestales u ornamentales. Mantenerlos en buen estado hasta el momento de su uso garantiza que el injerto prenda correctamente y crezca sano. Cuando la fecha de recolección del material vegetal no coincide con la de injertado, contar con un sistema de almacenamiento en frío, como las cámaras frigoríficas portátiles, se convierte en la mejor forma de prolongar su viabilidad. En Zarca, ayudamos a empresas y profesionales del sector a conservar sus injertos en condiciones óptimas durante días, semanas o incluso meses, según las necesidades.
Por qué es importante conservar los injertos a baja temperatura
Los injertos son tejidos vivos y, como tal, siguen respirando y consumiendo reservas después de ser recolectados. Si se almacenan en un ambiente inadecuado, la deshidratación, la aparición de hongos o la brotación prematura pueden comprometer su calidad.
Mantenerlos en una cámara frigorífica portátil con temperatura estable, generalmente entre 0 °C y 4 °C según la especie, y con humedad relativa controlada, ralentiza su metabolismo y evita la pérdida de vigor. Además, el frío impide el desarrollo de plagas o enfermedades durante el almacenamiento.
Ventajas del almacenamiento de injertos en cámaras frigoríficas portátiles
A diferencia de las instalaciones fijas, las cámaras portátiles pueden colocarse donde se necesiten: junto a la zona de recolección, en el vivero o incluso cerca de la zona de injertado. Esto reduce traslados innecesarios y permite un control más directo del material.
Su movilidad, combinada con un aislamiento de alta calidad y sistemas de control digital, facilita que tanto pequeños productores como grandes viveros dispongan de las condiciones exactas que requieren sus injertos. Y, si la necesidad es puntual, también existe la opción de alquilarlas, optimizando costes.
Cómo elegir el almacenamiento adecuado
A la hora de elegir el almacenamiento adecuado, es importante considerar la cantidad de injertos a almacenar, el tiempo que permanecerán en frío y las condiciones que exige cada especie. Por ejemplo, los injertos de frutales de hueso o pepita suelen conservarse durante semanas, mientras que otros materiales forestales pueden necesitar varios meses de refrigeración.
En todos los casos, la clave está en contar con un equipo capaz de mantener temperatura y humedad de forma constante, evitando cambios bruscos que puedan dañar los tejidos. La conservación de injertos en frío no solo prolonga su vida útil, sino que asegura que el trabajo posterior de injertado tenga las mayores garantías de éxito. Con el respaldo técnico y la experiencia de Zarca, puedes disponer de una solución adaptada a tu volumen, especie y calendario de trabajo.
Contacta con nosotros y te ayudaremos a encontrar la cámara frigorífica portátil que mejor se ajuste a tus necesidades.
 
								