La arquitectura es un campo que está en continua transformación. Año tras año aparecen nuevas técnicas que permiten la construcción de edificios más ecológicos: Common Ground es un ejemplo perfecto, un centro comercial sostenible construido a partir de contenedores marítimos reciclados.
Se trata de un proyecto que busca ser responsable con el medio ambiente sin suponer una gran inversión y con la idea de revitalizar espacios urbanos poco aprovechados, reduciendo el uso de materiales, los tiempos de ejecución y manteniendo la idea de arquitectura móvil, fácilmente desmontable y reutilizable.
En definitiva, construido con contenedores reutilizables, Common Ground ha conseguido crear un espacio híbrido que actúa como plataforma de cultura, lugar de ocio y de compras.
Sin embargo, si estáis interesados en visitar este espectacular centro comercial, debéis saber que tenéis que viajar hasta el distrito de Gwangjin en Seúl, Corea del Sur.
El proyecto en cifras
Para realizar este proyecto, se utilizaron 200 contenedores, con los cuales se consiguió una superficie de 5.300 metros cuadrados que acogen 70 tiendas, 20 restaurantes y lugares de ocio en distintas plantas.
Common Ground fue construido en dos grandes bloques, el Market Hall y el Street Market, repartidos lado a lado y dejando un espacio abierto entre ellos que se utiliza como lugar para instalar ferias y exhibiciones.
El diseño de cada uno de estos bloques permite un aprovechamiento diferente de los contenedores, creando tanto una imagen exterior como unos espacios interiores conceptualmente distintos.
De hecho, este proyecto ha conseguido revitalizar el distrito de Gwangjin, ya que desde su construcción recibe miles de visitas cada día atraídos por el atractivo de este centro comercial.
Un tiempo de construcción muy reducido y económico
Una de las principales ventajas de usar contenedores de transporte reciclados es su bajo coste, puesto que resulta mucho más económico que hacer la estructura de hormigón o cualquier otro material.
Pero también se consigue reducir el tiempo de construcción. Dos ventajas de las que se benefició notablemente el centro comercial Common Ground.
El tiempo empleado para dar vida a este proyecto fue tan solo de cinco meses. Ese fue el tiempo invertido en él, un tiempo que hubiese sido mucho mayor en caso de hacerlo de obra.
Otra de sus ventajas es su gran resistencia y durabilidad, además, si en un futuro quieren cambiarlo de lugar, lo podrían hacer sin mucho esfuerzo.
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